Ya hay 180 operadores registrados en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea.

El mercado de los drones está cogiendo aire en Andalucía, donde en el último año se ha producido una gran eclosión de empresas que utilizan Sistemas Aéreos Tripulados de forma Remota (RPAS) en el desarrollo de diferentes trabajos técnicos o científicos. En el registro oficial habilitado por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) hay ya 179 operadores de la comunidad autónoma dados de alta, la mayoría sociedades limitadas, frente a los siete de 2014. Málaga y Sevilla, con medio centenar de firmas cada una, son las provincias donde más recorrido ha tenido la actividad empresarial con drones hasta ahora, aunque también cuentan con operadores Cádiz (23); Granada (16); Córdoba (15); Huelva (10); y Jaén (6).

La expectativa de una nueva ley reguladora del sector, que levantará algunas prohibiciones, como la de sobrevolar grandes núcleos de población, supone un fuerte estímulo para la formación de este nuevo tejido empresarial.

La actividad más común desarrollada en Andalucía con estas pequeñas aeronaves pilotadas por control remoto es la fotografía y las filmaciones aéreas, fiel reflejo de que esta herramienta tecnológica está ya muy presente en el mundo del cine o de los anuncios publicitarios.

Sin embargo, hay firmas andaluzas que van más allá y tienen proyectos de futuro ambiciosos en áreas más sofisticadas. Es el caso de Tibudrones, una empresa malagueña creada en 2014 por dos socios, Federica Pezzoli y Gilberto Gazzi, ambos italianos y comandantes de líneas aéreas, con años de experiencia en el mundo de la aviación comercial y deportiva. «Estamos explorando muchos campos como la agricultura y queremos entrar en el mundo de los drones marinos y submarinos», explica Federica Pezzoli. Su queja es la falta de control sobre el uso de drones en España. «Es muy sencillo ser operador. Basta con presentar una declaración responsable y un manual de operaciones para ser reconocido, pero nadie controla».

Tibudrones usa aparatos fabricados por el Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (CATEC) de Sevilla, con larga experiencia y más de 20 ingenieros dedicados a este área. El seguimiento de la flora y fauna de Doñana o la agricultura de precisión son misiones que realizan sus RPAS.

En el ámbito privado, la firma sevillana Dronetools es uno de los fabricantes pioneros de drones del mercado nacional. Sus socios fundadores son los ingenieros Nicolás Zapata (informático) y Jorge Gutiérrez (electrónico). Desarrollan sus equipos en fibra de carbono (90%), aluminio y plástico inyectado usando tecnología de impresión 3D en sus instalaciones de Gelves. «Fabricamos equipos y adaptamos todo tipo de sensores para diferentes actividades, como las revisiones industriales, el salvamento y rescate en situaciones de emergencias o la agricultura», señala Nicolás Zapata.

Los tratamientos fotosanitarios selectivos o la revisión del líneas eléctricas son campos donde operan sus drones, que oscilan entre los 25 y los dos kilos de peso y tienen capacidad para levantar cargas desde 300 gramos hasta los seis kilos.

La actual ley española es «muy restrictiva» sobre el uso de drones. Por ejemplo, hacer una fotografía aérea con una aeronave sin piloto de la Feria de Abril está prohibido y las multas pueden superar en ciertos casos los 60.000 euros. Ello no quiere decir que no se haga. Prolifera un mercado ajeno a la ley, que se nutre de dispositivos que se venden en los establecimientos comerciales, que se salta los controles. La reforma legal que aguarda el sector, y que ya se ha plasmado en borrador, a la espera que haya un nuevo Gobierno en España, permitirá que drones de hasta 10 kilos sobrevuelen las poblaciones y las áreas de influencia de los aeropuertos, ahora terminantemente prohibido.

Fuente: http://sevilla.abc.es/