Este RPAS experimental será el encargado de recopilar datos meteorológicos sobre el huracán Matthew para la NASA.

El huracán Matthew, que ya ha provocado la muerte de 800 personas en Haití según los primeros datos provisionales, está ahora acechando la costa noreste de Florida y otros estados de EEUU. Con el fin de minimizar los riesgos de este fenómeno ambiental y establecer un seguimiento más preciso del mismo, la NASA ha decidido enviar a esta aeronave a las cercanías de la tormenta.

En concreto, la agencia espacial norteamericana está utilizando un avión tripulado de forma remota tipo Global Hawk, un RPAS que pesa cerca de 7 toneladas, mide más de 42 metros y es capaz de volar más de 30 horas de forma continuada a más de 60.000 pies de altura (el equivalente a unos 18,28 kilómetros de altitud).

El dron podrá capturar métricas claves para entender al huracán, como la temperatura, la presión del aire y la humedad. Para ello, desde el avión se desprenden varias sondas que recopilan toda la información y la envían en tiempo real a varias organizaciones de Estados Unidos y el resto del planeta para el pronóstico del tiempo y la previsión de riesgos en caso extremos como el que nos ocupa.

La iniciativa forma parte de un programa de investigación sobre tecnologías operacionales no tripuladas de tres años de duración (estamos en el segundo curso de su desarrollo). Este proyecto tiene como fin testar la utilidad de los drones a la hora de complementar la información de los satélites a la hora de recoger datos meteorológicos, informa la revista Fortune.

En anteriores ocasiones, como los huracanes Emily y Dennis en 2005, la NASA ya envió aviones tripulados por un sólo piloto (como las aeronaves ER-2) para recoger datos meteorológicos. Pero el riesgo que supone enviar una misión humana a las cercanías de un huracán es tremendo, por lo que el uso de RPAS permitirá no sólo recopilar más información, sino también hacerlo de forma más segura.

Fuente: http://www.ticbeat.com/